Por Raúl Fanega, miembro del Comité Electoral de Valdemoro.
Cuando explicas en la calle, en un café o en casa a los familiares, amigos o conocidos el proyecto y los objetivos básicos de upyd, esto de regenerar la democracia, reformar la ley electoral, modificar los aspectos de la constitución que sean necesarios, reformar el CGPJ, revisar las competencias de las comunidades autónomas, etc.. . Cuando intentas trasladar la pasión, la ilusión, las ideas que nos mueven a todos los que integramos este proyecto político, cuando tratas de trasladarlo a los demás, generalmente la mayoría coincide en que son objetivos muy razonables, justos e igualitarios además de muy necesarios, pero a la vez también coinciden en exponer que se trata de una tarea harto difícil, que desde el poder establecido y cómodamente instalado no nos van a permitir hacer nada, y que posiblemente ahora sea cierto que no somos corruptos todavía pero aseguran que al llegar al poder nos convertiremos en lo mismo y que todas estas buenas propuestas se quedarán en el olvido.
Personalmente me resulta desolador que el hecho de proponer objetivos lógicos, normales, con sentido común, que benefician a todos para asegurar mayor justicia mayor igualdad y mayor libertad para todo el mundo, resulte inverosímil e increíble y hasta imposible para muchas personas, es curioso que tengamos que estar “en la defensa de lo obvio”.
Creo que UPyD es lo más sano, limpio y transparente ocurrido en la democracia española desde que nació en 1978. Y cuando manifiestas este tipo de comentarios, tus interlocutores te miran extrañados, con cara de asombro e incluso asustados, piensan que eres un iluso o sencillamente que has perdido la razón.
Esto culminó hace poco en la siguiente anécdota: El otro día, mientras disfrutaba de una tarde de mus con unos amigos, en sentido jocoso, éstos comentaban que teníamos que ganar nosotros las próximas elecciones y que deberíamos entrar en el gobierno, para así enchufarles a ellos y desde el gobierno ilegalizarían todos los partidos para que no hubiera competencia y gobernar siempre los mismos, etc.. . Muy sereno respondí a sus bromas que ya sabían de sobra que nosotros no somos así, que entre otras muchas cosas nacemos para cambiar este tipo de actuaciones que ahora se ven como lo natural en política, que el objetivo principal es regenerar la democracia y que para ese tipo de actuaciones sería imposible contar con nosotros. Uno de ellos me contestó: literal, “tu partido me parece cada vez más un cuento de hadas”.
Esto de pretender una regeneración democrática resulta muy curioso para muchas personas que instalados en un escepticismo justificadamente amparado por tantos años de desidia política ven en nuestro proyecto precisamente eso, “un cuento de hadas”.
En fin, nos ahorraremos los comentarios. Digamos que sí, digamos que estamos escribiendo entre todos un cuento de hadas, un cuento de hadas en el que ya hemos terminado el primer capítulo, un primer capítulo que contiene 303.535 páginas, todas y cada una de ellas deliciosas.
Un cuento de hadas, el nuestro, que podría ser una adaptación del popular cuento del escocés James Matthew, en el que tenemos a nuestra propia hada, Rosa, transformada en “Campanilla”, y en el que nuestro Alvaro Pombo sería Peter Pan ( el niño que no quería crecer) acompañados por los niños que siempre estuvieron a su lado, (Savater, Gorriarán, Buesa, etc..) y el resto de los “niños” que vamos con ellos, en nuestro cuento de hadas.
En este cuento de hadas nuestro, Campañilla, gracias a sus polvos mágicos (la verdad, la honestidad, justicia, igualdad, libertad….) ya nos está enseñando a volar, y nos guía por buen rumbo hacia ese sueño, “ El País de Nunca Jamás.” (ese lugar más justo, más igualitario, con más libertades etc…………). Además está impregnando de esa magia el lugar donde se toman las decisiones en el cuento.
En nuestro cuento de hadas, los mayores no nos prestan demasiada atención, no nos toman en serio, para ellos (para los mayores) lo que hacemos y decimos son cosas de niños. Creen que no es posible volar, y que no existe “El País de Nunca Jamás”.
En este cuento nuestro, existe incluso al “Capitán GarZio”, el malvado pirata enemigo de los niños que rodeado de sus secuaces y de un puñado de piratas
Pues bién, quiero dar la enhorabuena a todos esos “niños” que hemos contribuido en el desarrollo del primer capítulo de 303.535 páginas del cuento de hadas, y animaros a seguir escribiendo las páginas del segundo capítulo, que ya hemos comenzado a escribir, y que ya tiene incluso más páginas que el anterior. Seguiremos escribiendo numerosos capítulos de nuestro cuento de hadas hasta el día que consigamos llegar al País de Nunca Jamás, lo concluiremos con un buen final, con el mejor de los finales posibles como un buen cuento de hadas que se precie. Y seguiremos soñando, pero con los pies en el suelo, los ojos bien abiertos y siendo totalmente conscientes de la realidad, como hasta ahora.
miércoles, 21 de mayo de 2008
Cuento de Hadas
Inauguración Sede-Sur UPyD
elecciones,
ilusión,
objetivos upyd,
UPyD
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1 comentario:
Estimado amigo Raúl, yo también como tu bien sabes estoy en el cuento soy uno de esos 303.535 niños ilusionados con Campanita, nuestra Rosa y que quiere con su pequeña aportación alcanzar el País de Nunca Jamás, lograr un cambio en la forma de hacer política en nuestra querida España y que todos seamos iguales en todos los aspectos.
No me cabe la menor duda que el objetivo descrito en el cuento lo alcanzaremos y llegaremos al País de Nunca Jamás.
Un abrazo.
Juan Lizcano
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